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Quizás estés muy sorprendido con la afirmación que plantea la pregunta del título de esta entrada. Es muy posible que pienses que se trate de un error. O bien, que hay algún tipo de truco que esperas descubrir en estas líneas. Pues ni lo uno ni lo otro. Definitivamente: “¡No existen las situaciones insoportables!”. Esto es así porque la situación que para unos resulta insoportable puede pasar por completo desapercibida para otros, mientras que aquella que estos últimos consideran insoportable los primeros pueden mostrarse indiferentes. Si reflexionas de este modo, con una actitud abierta durante algún tiempo, llegarás a la inequívoca conclusión de que las personas no descubren que una situación es insoportable, sino que la designan —y por ende también la experimentan— de ese modo en base a sus experiencias previas, lo cual es muy distinto.

No existen situaciones insoportables, sino personas que no soportan situaciones.

La cuestión que se plantea a continuación es si podemos cambiar nuestra percepción acerca de las situaciones. Por fortuna la respuesta es un rotundo sí, precisamente porque las situaciones no son de ningún modo en particular por sí mismas.

Esta reflexión y todas sus implicaciones son la esencia misma tanto de mi trabajo como psicoterapeuta como de mi afán divulgativo en favor de mejorar la experiencia de vida de las personas.

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